En la mañana la alondra te despertará y no habrá ruido que silencie tu voz

miércoles, 25 de mayo de 2011

Los niños son nuestros grandes maestros. Maestros puros que desde su inocencia lanzan preguntas que nos mueven por dentro.

Dejemos hablar a los niños. Tengamos paciencia con nuestros hijos y soltemosles con cuidado para que entrenen sus alas y puedan volar. Desde su pequeña altura nos haran recordar quienes somos, y nos traeran de nuevo aquella PUREZA olvidada, esa santa ingenuidad.

No olvidemos que hemos estado allí y que también aprendimos a volar lanzándonos SIN MIEDO. Hace mucho  tiempo no teniamos miedo, no teniamos pudor, no sentiamos verguenza, no teniamos prejuicios y no sosteniamos muros de creencias. Solo nos sostenian nuestras tiernas alas. Y teniamos FE

Confia y ten fe como la tuviste cuando eras niño. Recuerda quien eres. Puedes volar de nuevo porque tu niño sigue ahi.  Eres tú.  Inocente, puro, libre.

Doy gracias a mis hijos porque me regalan la verdad cada minuto, porque son el reflejo de la belleza, porque ofrecen amor de algodon, porque sus palabras son la luz que necesito para olvidarme de mi  yo-ajeno  y recordar mi esencia, porque sus alas me inspiran a volar mas alto y tocar el cielo todos los dias. Por la alegria, las risas y ¡esas magicas sonrisas! GRACIAS

Y gracias a la niña que sigo siendo porque con ella sigo aprendiendo, descubriendo mientras juego que no hay mas enseñanza que la de la pura inocencia. Y desde ella amar de forma incondicional.



Escucha la pregunta que mi hijo Pablo (8 años) nos lanzó anoche: " Si, como dicen, Dios es amor, entonces siempre ha tenido que haber personas porque, si en un principio El estaba solo,  no tendria a quien amar. ¿entonces el hombre es eterno como Dios o dios es un invento del hombre?"

GRACIAS